Cien años de arte latinoamericano en Centro Cultural Palacio La Moneda.

Frida Khalo

Una importante y gran muestra de arte latinoamericano inicio su exposición en el Centro Cultural Palacio La Moneda, la que permanecerá abierta hasta el mes de junio del presente año.

Cien años de color, textura, formas, movimiento e historia de los más diversos pintores, grabadores, escultores, instalaciones y fotógrafos de la talla de Frida Khalo, Diego Rivera, Guayasamin, Roberto Matta, Nemesio Antunez, Alfredo Jaar, Botero, Roberto Tamayo, Claudio Bravo, David Alfaro Siqueiros, Flor Garduño, Meyer Vaisman, entre otros de los grandes artistas del continente, se dan cita en esta monumental exposición.

La muestra que reúne 1200 obras de la colección Fensa del siglo XX y XXI, es una de las más destacadas e importantes de latinoamérica, es un recorrido por la historia, la expresión, las luchas, el dolor y la alegría de un continente en permanente búsqueda y reflexión de identidad, y tal como lo señalan los organizadores, en una puesta en escena especialmente construida para facilitar su comprensión contando con seis núcleos temáticos: El mito del paisaje (paisaje imaginado); La palabra y la máquina; La imagen del artista; América mira al otro; El cuerpo habitado y Latinoamérica como un estado de ánimo: humor y violencia.

Sin duda que para la francmasonería latinoamericana esta muestra reviste especial interés, en especial la presencia de Roberto Matta, de Frida Khalo y Diego Rivera, quienes se encuentran influenciados por la simbología masónica, como lo es, la obra de la artista mexicana Frida Kahlo, o como Rivera utilizó con frecuencia símbolos masónicos en sus murales. Según Pérez Escamilla tal como lo cita el diario El Pais de España, dice: “la famosa columna rota que siempre se ha creído la representación simbólica de la columna vertebral”, -en alusión al accidente que sufrió Frida y que le dejaría secuelas a lo largo de toda su vida-, “es un símbolo masónico que significa fractura o quiebra”, aunque el maestro no descarta que la artista también pensara, a su vez, en su columna vertebral. Sin embargo, el curador aporta una prueba: “Encontré en la Casa Azul un dibujito de Frida Kahlo en que está la escuadra y el compás”.

 

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