Directora de UNESCO por el derecho a leer y a la libre expresión.

El 23 de abril de 1616 desaparecieron dos genios de la literatura mundial, dos precursores cuya obra habría de revolucionar la manera de escribir y de concebir la creación literaria: Cervantes y Shakespeare. Esta coincidencia es el motivo de que se eligiera la fecha del 23 de abril para celebrar el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.

Al celebrar el libro, celebramos actividades —la escritura, la lectura, la traducción, la publicación— mediante las cuales el ser humano se eleva y se realiza; y celebramos también, fundamentalmente, las libertades que las hacen posibles. El libro constituye el punto de encuentro de las libertades humanas más importantes, entre las que destacan en primer lugar la libertad de expresión y la libertad de edición. Se trata de libertades frágiles. Enfrentadas a numerosos desafíos, desde el cuestionamiento del derecho de autor y de la diversidad cultural hasta las amenazas físicas a las que están expuestos los autores, los periodistas y los editores en numerosos países, estas libertades se niegan, incluso en nuestros días, cada vez que hay un ataque contra una escuela o que se destruye un manuscrito o un libro.

Es pues nuestro deber en todo el mundo proteger estas libertades y promover la lectura y la escritura, a fin de luchar contra el analfabetismo y la pobreza y reforzar los cimientos de la paz, así como de proteger y valorizar las profesiones y a los profesionales relacionados con el libro.

La UNESCO, en colaboración con la Unión Internacional de Editores (UIE) y la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, presta apoyo, por ejemplo, a la labor de los editores, que ha de ser reconocida en su justo valor y protegida, ya que la circulación de obras escritas contribuye de manera fundamental a la libertad de expresión, al debate público y al diálogo. Con este propósito, la UIE ha creado el Premio Voltaire, con el que se recompensa cada año el valor de los editores que se niegan a ser silenciados y que permiten a los autores ejercer su libertad de expresión.

Atenas ha sido designada Capital Mundial del Libro 2018 en reconocimiento de la calidad de sus programas de apoyo al sector del libro, que han facilitado el acceso a los libros al conjunto de la población y, especialmente, a los migrantes y los refugiados.

Con Atenas y con toda la comunidad internacional, celebremos juntos el libro, que encarna la creatividad, permite intercambiar ideas y conocimientos trascendiendo las fronteras y fortalece el entendimiento mutuo y el diálogo.

Mensaje de la Sra. Audrey Azoulay,
Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor

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