REHMLAC: Masonería y revolución, convocatoria abierta.

La Revista de Estudios Históricos de la Masonería de América Latina y del Caribe, de la Universidad de Costa Rica, REHMLAC, abre convocatoria abierta para el numero “Masonería y Revolución”, el que se publicará en el volumen 11, número 2 correspondiente al período diciembre 2019-abril 2020. Convocatoria y recepción de los trabajos coordinado por el historiador Felipe Santiago del Solar.

Se trata probablemente de uno de los temas más polémicos de la historiografía masónica, en el cual convive la investigación académica con trabajos ajenos a los estudios formales.

¿Cuál fue el papel que jugó la masonería durante la era revolución?, las respuestas han sido múltiples y diversas, de hecho, es posible trazar una genealogía desde los escritores contemporáneos a los hechos hasta la actualidad.

El fantasma de la masonería revolucionaria surgió en Europa durante el siglo XVIII de la mano de un grupo de tratadistas, los “profetas de la conspiración”, quienes a través de sus publicaciones buscaban explicar el derrumbe del Antiguo Régimen, frenar el avance de la masonería en el viejo continente y, además, hacer un negocio rentable con la venta de libros.

Sin embargo, fue la misma Revolución la que exacerbó el discurso y dio pie a una verdadera cruzada antimasónica. Sacerdotes como François Lefranc, pero sobre todo el abate Agustín Barruel, se ocuparon de difundir la teoría de la masonería jacobina culpable de la caída del Antiguo régimen.
Así, la teoría del complot masónico sirvió de explicación para las diversas transformaciones que comenzaron a ocurrir en el mundo occidental desde 1777 hasta mediados del siglo XIX, convirtiendo a la masonería en protagonista de las guerras de independencia en América Latina y de las revoluciones liberales.

La cruzada antimasónica estuvo presente durante todo el siglo XIX, pero su intensidad fue variando según las coyunturas regionales. Así, por ejemplo, en la década de 1820 tomó particular virulencia en Estados Unidos con la formación del partido antimasónico. En el orbe católico, en cambio, esto sucedió a partir de 1864 con la promulgación del Syllabus.

Tanto el papa Pio IX, como su sucesor León XIII, estaban fuertemente influenciados por el proceso de construcción nacional italiano y la desmembración del Estado Vaticano, por lo que dichos hechos sirvieron de prueba para denunciar el papel de la masonería en la transformación del mundo moderno y su alianza con el liberalismo. Esta tesis recorrió el mundo entero y sirvió como arma para contener los procesos de secularización que se estaban llevando a cabo desde mediados del siglo XIX.

De este modo, la masonería fue concebida como el actor principal en el advenimiento de la modernidad política, leyenda que sostenía que la Orden, a través de diferentes complots contra el Estado y la religión, se hacia del poder para ejecutar sus designios.

Con este relato, sectores ultraconservadores del catolicismo intentaron detener el avance de la masonería, y con ello, las transformaciones políticas. Sin embargo, con el advenimiento del primer centenario de la Revolución francesa, y las celebraciones que le sucedieron, ocurrió un hecho inesperado, el Gran Oriente de Francia, a través de Louis Amiable y Jean- Claude Colfavru, asumieron la paternidad de la gran Revolución, fortaleciendo el mito, pero esta vez, a su favor.

Esta misma situación sucedió e América Latina para el primer centenario de las guerras de independencia. La masonería que hasta ese entonces ajena a los próceres nacionales comenzó a reivindicar la pertenencia a la Orden de José de San Martin, Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Bernardo de O’Higgins, universalizando el mito de la masonería revolucionaria a través de un nuevo panteón secular.

La historiografía

Iniciado el siglo XX el mito de la masonería revolucionaria era defendido tanto por los sectores católicos conservadores como por la misma masonería, diferenciándose entre sí en la apreciación que estos hacían de la Revolución. Gran parte de la literatura producida en este periodo busca fortalecer su posición través de la historia, ya sea a través de la difamación o la apología.

Para el caso francés, la mistificación ganó relevancia con las obras de Gaston Martin[i], Agustin Cochin[ii] y Bernard Fay[iii], este último colaborador del nazismo durante la ocupación alemana de Francia. De este grupo de investigadores surgieron conceptos como “maquina revolucionaria”, “sociedades de pensamiento”, que hoy en día se encuentran desacreditados no obstante los intentos contemporáneos por revivirlos, entre los que destacan François Furet[iv] y Ran Halevi[v].

Tal como señala Charles Porset, esta literatura no tiene gran relevancia desde el punto de vista histórico. Sin embargo, durante esta etapa se demarcaron las coordenadas de la mistificación masónica que pervive, con particular fuerza, hasta el día de hoy.

A pesar de ello, el revisionismo historiográfico desde temprano comenzó a dar cuenta de las falencias de estas investigaciones. En el caso de Gaston Martin, por ejemplo, Albert Mathiez publicó en los Anales Históricos de la Revolución Francesa (AHRF) una fuerte crítica donde señala “este no es un libro de historia, sino que de polémica, una apología donde las afirmaciones más intrépidas tienen lugar y donde los hechos y los documentos están ausentes o ignorados”[vi]

En la década de 1960 comenzó una segunda etapa que podemos denominar de desmitificación. Un hito importante fue la celebración del coloquio “Fran-maçonnerie et Révolution française” realizado en 1967 y cuyas actas fueron publicadas en AHRF en 1969.

A partir de ese entonces se desmitificaron las tesis complotistas y apologéticas y la historiografía comenzó una senda ascendente en la cantidad y calidad de las investigaciones. Destacan de este periodo el libro de John Morris Roberts[vii], con algunas reservas el de Alec Mellor[viii], y sobre todo el trabajo monumental de José Antonio Ferrer Benimeli[ix], quien en medio del régimen franquista se ocupo sistemáticamente de desmitificar las teorías complotistas antimasónicas.

Igualmente, en la década de 1980 se comienza a analizar las teorías del complot masónico, de donde destacan los trabajos de Jacques Lemaire[x] y Michel Riquet[xi].

En vísperas del bicentenario de la Revolución francesa aparecieron tres obras que cierran la etapa desmitificadora y dan paso a una etapa propiamente historiográfica en la que nos encontramos actualmente. En primer lugar, esta la publicación de las actas del coloquio internacional realizado en el Gran Oriente de Francia en abril de 1984 titulado “Franc-maçonnerie et Lumières au seuil de la Révolution française”, y en segundo lugar, la obra de referencia de Daniel Ligou publicada en 1989 “Franc-maçonnerie et Révolution française”. Por último, tenemos las actas del Symposium de historia de la masonería española realizadas en Alicante en 1989 y cuyas actas fueron publicadas al año siguiente bajo el título “Masonería revolución y reacción”.

Así, a partir de la década de 1990 la historiografía ya no se ocupó de defender o refutar teorías complotistas, sino más bien, comenzó a analizar qué sucedió con la Orden durante la tormenta revolucionaria. En esa dirección destacan los trabajos de Charles Porset[xii], Eric Saunier[xiii], Céline Sala[xiv], para el caso francés, Steven Bullock[xv], Cécile Revauger[xvi] para el caso norteamericano. Igualmente, en los últimos años han aparecido nuevas contribuciones al estudio de la teoría del complot, de donde destaca el trabajo de Jean- Noel Tardy[xvii]

Esta estructura es análoga a lo que sucedió en América Latina con las guerras de independencia. En primer lugar, hay una etapa de mistificación durante el siglo XIX impulsado por las autoridades eclesiásticas, posteriormente, a inicios del siglo XX, hay una reivindicación masónica de la fundación de los estados nacionales y para finalizar, en la última década, se ha comenzado a estudiar seriamente el problema al margen de la dicotomía difamación-apología.

Contribuciones
En la presente convocatoria de REHMLAC+, donde se conmemoran 230 años de la Revolución francesa, se aceptan investigaciones en español, ingles, francés y portugués, que den cuenta, desde un punto de vista estrictamente historiográfico, del papel de la masonería en los diferentes escenarios revolucionarios:
-Análisis de las teorías del complot en las revoluciones del siglo XVIII, XIX y XX
-Análisis de la apropiación masónica de las revoluciones liberales
-Estudios sobre el papel de logias durante los procesos de transformaciones políticas en América Latina o Europa (secularización, separación Iglesia-Estado)
-Ensayos bibliográficos sobre el tema masonería- revolución
-Estudios del comportamiento de la masonería en las revoluciones del siglo XVIII (Haití, Francia, Estados Unidos), del siglo XIX (revoluciones liberales, revolución de 1848) y del siglo XX (Revolución rusa, Revolución china)
-Investigaciones sobre el papel de la masonería en las guerras de liberación nacional en América Latina y Europa.
-Estudios sobre los movimientos contrarrevolucionarios y la masonería.

Fuente: REHMLAC

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