El gran desafío de la astronomía chilena.

Por R. Chris Smith, director y Head of Mission, AURA Observatory en Chile.

El 23 de marzo se celebra el Día de la Astronomía y en la comunidad científica se instala un nuevo desafío para Chile. Si hace 50 años el desarrollo astronómico se sustentó en las instalaciones y la infraestructura de observación, hoy encaramos el reto de procesar y almacenar un verdadero tsunami de datos e información que produce la observación de los cielos. Toda la comunidad astronómica, así como de ciencias afines como la informática, la matemática y la física; miran con expectación el camino que está abriendo Chile.

Más o menos cada 20 años vivimos un cambio generacional en la astronomía. El 2020 ocurrirá el inicio de una nueva era, con observatorios a gran escala, de 8 hasta 30 metros de diámetro, tres de ellos alojados en Chile. Pero los avances no solo son de enormes dimensiones físicas, sino también de un alcance sublime en su capacidad de producir datos, materia prima crítica para el desarrollo de un sinnúmero de ciencias.

LSST

Uno de los tres proyectos nuevos es el Gran Telescopio de Exploración Sinóptica (o LSST, por su nombre en inglés) de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de los Estado Unidos. Este permitirá con una misma serie de datos que se puedan desarrollar simultáneamente varios proyectos de investigación. Hablamos de un mapeo de los cielos con fronteras ilimitadas para el conocimiento, para entender los fundamentos del universo.

Cerro Pachón en la Región de Coquimbo es el escenario elegido para el LSST, que ya a partir del año 2022 pondrá a los profesionales chilenos y del mundo en la frontera de la ciencia de datos. Porque con los 30 terabytes que cada noche entregará a todos los astrónomos de Chile, EEUU y otros miembros del consorcio, podremos estudiar todo el cielo, incluyendo cientos o miles de asteroides, millones de supernovas y miles de millones de estrellas y galaxias.

El desafío

Con estos datos, la astronomía chilena enfrenta el desafío de ser visionaria y usar este reto para lanzar innovación más allá de sus fronteras. Las nuevas generaciones de astrónomos, docentes, investigadores y estudiantes exigen nuevas herramientas para las industrias del futuro, en las que el gran volumen de datos e imágenes son un problema común para: la medicina, la banca, la bioinformática, el retail y el entretenimiento; suponiendo el desarrollo de un pensamiento crítico y resolutivo, apto para el mercado futuro.

El 19 de abril, la Red Universitaria Nacional, REUNA, junto al Observatorio AURA en Chile, NSF, CONICYT y la Universidad de La Serena, estrenan el tramo de la ruta digital Santiago-La Serena. Este es el primer paso que habilitará el trabajo de conectividad de datos que generará el LSST. Este avance se convertirá en una suerte de “patio de juegos” de acceso liberado y gratuito para una comunidad nacional de sobre 300 mil investigadores, académicos y estudiantes de más de 30 instituciones, como universidades, centros de investigación y observatorios, que integran REUNA.

Esperamos que esta acción, que forma parte del Plan Estratégico 2018-2021 de la Red Nacional de Investigación y Educación, cubra todo el territorio chileno con una súper-ruta digital de fibra óptica. Esto permitirá que innovadores, emprendedores y alumnos curiosos e inquietos por conocer y explorar, busquen proyectos y soluciones a partir de los datos compartidos. Después de todo, Chile tiene recursos naturales, profesionales capaces e información con potencial, elementos que pueden ayudarlo a proyectarse como líder astronómico y astroinformático mundial.

Fuente: Heureka online.

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