Alicia en el País de las Maravillas, Un Viaje a la Imaginación, la Identidad y la Búsqueda Interior
En 1865, el matemático, lógico y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, conocido universalmente como Lewis Carroll, publicó por primera vez Alicia en el País de las Maravillas. Lo que en apariencia era un cuento infantil nació de una tarde de relatos improvisados para entretener a tres niñas durante un paseo en bote. Sin embargo, la obra trascendió la simple fantasía: se convirtió en uno de los textos más emblemáticos de la literatura moderna, una pieza que invita a explorar la identidad, el cuestionamiento de la realidad y la capacidad de asombro.
Carroll, profundamente interesado en la lógica, las matemáticas y los enigmas —un espíritu inquieto y observador— dotó a su historia de capas de interpretación que van mucho más allá de su superficie onírica. Alicia en el País de las Maravillas no sólo es un cuento: es un espejo de la mente humana, una alegoría sobre el crecimiento, la transformación y la búsqueda interior.
Un libro nacido en 1865 para acompañar a todas las generaciones
La primera edición vio la luz en julio de 1865. A partir de ese momento, Alicia se convirtió en un símbolo de la imaginación victoriana, pero también en una obra capaz de dialogar con lectores de cualquier época. Su protagonista cae por una madriguera que no conduce sólo a un mundo fantástico, sino a un viaje personal en el que debe enfrentarse a la incoherencia, al cambio constante y al desafío de encontrar su voz en medio del caos.
Esa travesía, envuelta en paradojas y personajes absurdos, no deja de ser un reflejo de las preguntas humanas más profundas:
¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? ¿Cómo encuentro sentido en lo desconocido?
Una lectura desde la Masonería Mixta
Desde la perspectiva de la Gran Logia Mixta de Chile, la lectura simbólica de Alicia en el País de las Maravillas abre un territorio fértil para la reflexión. Aunque la obra de Carroll no guarda relación directa con la Masonería, sus temas dialogan de manera natural con el espíritu masónico y sus principios.
1. El descenso a la madriguera: el viaje iniciático
El tránsito de Alicia hacia un mundo desconocido puede verse como una metáfora de la iniciación: el paso del mundo profano al espacio del conocimiento interno, donde nada es evidente y todo requiere ser observado con detenimiento. Allí, la realidad se transforma y obliga al buscador a desprenderse de certezas previas.
2. El diálogo con lo absurdo: la búsqueda de la Verdad entre símbolos
En el País de las Maravillas, nada es directo. Todo está envuelto en símbolos, contradicciones y paradojas. Esta complejidad refleja el camino masónico, donde la verdad nunca se entrega: se construye mediante la reflexión, la duda, la crítica y el autoconocimiento.
3. El crecimiento y la proporción: trabajo constante sobre uno mismo
Alicia cambia de tamaño constantemente. En clave masónica, esto puede interpretarse como la necesidad de ajustarse, equilibrarse, crecer y reducir los excesos. El trabajo interior exige medir las propias dimensiones éticas, emocionales y espirituales.
4. Identidad y libertad: pilares de la Masonería Mixta
A lo largo de la obra, Alicia lucha por mantener su identidad en un mundo que intenta redefinirla. Esta defensa de la propia autonomía hace eco en los valores de la Masonería Mixta, donde hombres y mujeres trabajan juntos en igualdad, construyendo libertad de pensamiento y desarrollo personal, libres de imposiciones dogmáticas.
La obra como recordatorio de la imaginación y el pensamiento crítico
La Masonería Mixta entiende el conocimiento no sólo como acumulación de datos, sino como una herramienta para iluminar la vida y transformar la sociedad. Alicia en el País de las Maravillas es, en ese sentido, un recordatorio de que la imaginación y el pensamiento crítico son indispensables.
El mundo de Carroll parece absurdo, pero en ese absurdo se ocultan verdades profundas sobre el poder de la creatividad, la importancia de cuestionar la autoridad desmedida, el valor de la palabra y la necesidad de mantener vivo el asombro.
Reflexión final
A más de un siglo y medio de su primera publicación, Alicia en el País de las Maravillas continúa dialogando con quienes buscan comprender el mundo y a sí mismos. Desde la Gran Logia Mixta de Chile, reconocemos en esta obra un espejo literario del camino humano: un viaje lleno de preguntas, desafíos y descubrimientos que nos empuja a perseverar en la construcción de nuestra identidad, en la defensa de la libertad y en el cultivo del pensamiento libre.
Tal como Alicia, cada persona que emprende un camino de búsqueda debe atreverse a cruzar la madriguera, enfrentar sus propias maravillas y sombras, y regresar al mundo con una mirada renovada, más lúcida y más consciente.