En el inmenso océano Pacífico, Chile tiene un acceso privilegiado y sus más de 6.000 kilómetros de costas son bañadas por la corriente fría de Humboldt. Este hecho determina el país que somos y que podremos llegar a ser.
El mar cubre el 70 % de la superficie terrestre y nos entrega una amplia variedad de especies, sin embargo, el delicado equilibrio del ecosistema marino se ha visto alterado por la actividad pesquera en las últimas décadas.
Los efectos de la pesca excesiva pueden ser devastadores y, por otro lado, es lamentable que en los últimos años la acción del ser humano ponga en peligro la conservación de los océanos con el vertido de sustancias químicas, residuos como el plástico, el petróleo y otros elementos contaminantes.
“La salvación del mundo está en los mares” dijo el explorador francés Jacques Cousteau, los océanos tienen la capacidad de regular el clima del planeta al absorber grandes cantidades de dióxido de carbono.
PROYECTO DE LEY DE PESCA
El sector pesquero es uno de los pilares de la economía en Chile lo hace estar entre los doce países pesqueros más importantes del mundo.
Un proyecto de ley de pesca presentado por el Presidente Gabriel Boric, busca implementar una normativa marco de la actividad pesquera, que se encargue de dar respuesta a los principales desafíos del sector. En la actualidad, varias licencias pesqueras clase A, están concentradas en pocas empresas. Los casos más emblemáticos son los de la anchoveta con un 98 % de la cuota asignada a dos grupos económicos, el congrio dorado y la merluza de tres aletas.
El proyecto de Ley propone disminuir, en al menos un 35%, el porcentaje de la fracción industrial y aumentar en un 50% el porcentaje de las licitaciones, demostrando una mayor preocupación por la sobreexplotación de los recursos marinos y el impacto ambiental, promoviéndose el respeto por los ecosistemas y la conservación de las especies.
Las técnicas de la pesca artesanal se caracterizan por ser altamente selectivas, las embarcaciones y herramientas utilizadas son más pequeñas y menos invasivas para el hábitat marino.
En el mes de mayo, Chile, conmemora el mes del mar; esto se debe a que el 21 de mayo se recuerda el Combate Naval de Iquique, día en que los marinos de la “Esmeralda”, comandados por Arturo Prat, dieron su vida por una causa que les parecía justa. El combate fue uno de los enfrentamientos más importantes ocurridos en la Guerra del Pacífico, conflicto bélico que, entre 1879 y 1884, tuvo como protagonistas a Chile y a los aliados Bolivia y Perú. Recordar esta fecha y tener un mes destinado al mar, nos permite reflexionar sobre los distintos aspectos que reviste la presencia del océano como el perpetuo compañero de nuestras costas.