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Santiago, 8 de marzo de 2023

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, envío el saludo más cordial y afectuoso a todas las aprendices, compañeras y maestras quienes conforman cada una de las logias de la Gran Logia Mixta de Chile (G∴L∴M∴Ch∴). Al mismo tiempo, quiero hacerles entrega de un merecido, sentido y significativo reconocimiento por el esfuerzo y abnegación con que han reforzado las columnas en cada taller, convirtiéndose en pilares fundamentales de la masonería en su más amplia expresión.


Nuestra G∴L∴M∴Ch∴ cobró vida en 1929 precisamente como una institución pionera en Chile, en la cual, por primera vez se pudo entregar la luz masónica de la sabiduría a las primeras mujeres iniciadas en el país, lo cual permitió incorporarlas en igualdad de condiciones para descubrir los misterios de la francmasonería. Es más, nuestra institución masónica nació en un país en el que las mujeres no tendríamos derecho a voto sino dos décadas más tarde, lo cual releva su carácter pluralista, inclusivo, laico e independiente.
A lo largo de los noventaicuatro años de vida institucional, las masonas hemos estado presentes en todas las misiones y tareas que la gran obra nos colocado enfrente, colaborando codo a codo en la construcción de una sociedad que aspiramos sea cada vez más justa y equitativa, que otorgue más oportunidades y sea a la vez más diversa y progresista.

Hoy conmemoramos no solo a las 123 trabajadoras que murieron en 1911 durante el trágico incendio a una fábrica de camisas en Nueva York al no poder escapar del edificio pues habían sido encerradas durante el descanso de sus jefes y patrones, sino a todas las mujeres que a lo largo de la historia han visto vulnerados sus derechos laborales, políticos, sociales, culturales, familiares y económicos.
Aprovecho también de reconocer a las pioneras de Chile, quienes se incorporaron a los movimientos emancipatorios a través de la organización de sindicatos, clubes de lectura, escuelas y organizaciones filantrópicas. Allí se unieron mujeres de élite, obreras, artesanas, educadoras, dueñas de casa y tantas más; todas luchando por alcanzar una de sus principales demandas: el derecho a voto. Este movimiento —que muchas teóricas e historiadoras han calificado como el movimiento social más exitoso de los tiempos modernos— fue solo un primer paso en pro de la defensa de las libertades de nada menos que la mitad de la humanidad. Desde posiciones muy desmedradas, sin educación, sin libertad, sin autonomía, sin medios ni recursos, desde la reclusión muchas veces forzada a sus hogares, optamos por incorporarnos a la vida pública. Pero, más aún, hemos luchado por transformar profundamente nuestra forma de ser tanto en el mundo familiar, económico y social, transformándonos en sujetos de derecho.

Es toda esta fuerza y convicción la que atesora nuestra orden masónica mixta, donde descubrimos en cada rincón del país a mujeres que desean alcanzar su máximo potencial como seres humanos y para lo cual están dispuestas a dejar atrás cualquier dogmatismo y convencionalismo.
Agradezco especialmente también a las dos grandes maestras que han guiado en el pasado los rumbos de nuestra institución: Nélida Bernales y Elena Alvarado, a quienes he tenido el privilegio de poder conocer y compartir en múltiples ocasiones tanto al interior de los templos como en los extramuros. También a todas aquellas que me acompañan actualmente en la conducción de esta organización que cuenta con más de 71 logias y triángulos dentro del territorio de Chile y Perú, así como a todas las venerables maestras y sus oficiales que en cada logia renuevan tenida a tenida el egregor que nos vuelve trascendentes. Agradezco y felicito a todas mis queridas hermanas, independientemente del lugar o grado en que se encuentren, porque es su voluntad, fuerza y valentía la que me empuja cada día a seguir trabajando por nuestra Orden.

Destaco en todas ellas la entrega y el compromiso que debieron tener para sortear los tiempos difíciles de la pandemia. Sepan que no pasaron inadvertidas sus incalculables capacidades para cumplir múltiples roles a un mismo tiempo frente a todos los escenarios catastróficos y de incertidumbre que nos tocó compartir.
Me enorgullezco de convivir diariamente con cada una de ustedes, porque reconozco el valor y la impronta de la mujer y en particular de las que hemos querido seguir el camino de vida que es la masonería. Sepan que hoy la igualdad de género no es solamente parte de un discurso o de un derecho soñado por unas pocas, sino que es el tránsito que este país decidió recorrer. Sueño con el día en alcancemos la meta de una completa igualdad en todas las estructuras de la sociedad y es por ello que hoy celebro no solo la existencia de nueva legislación en ese rumbo, sino que también atestiguo los avances de nuestra cultura, donde la participación e inclusión son ahora temas relevantes y parte de un esfuerzo cotidiano de todos y todas.

Como institución masónica mixta internacional hemos de continuar en nuestro esfuerzo por esparcir la luz de la sabiduría hacia todas las esferas y latitudes, al igual que debemos perseverar en la promoción de la igualdad de género, en la que el respeto a la diversidad se constituya como una presencia clara en su escala de prioridades y valores humanos y sociales.
Finalmente, junto con reiterar el compromiso de la Gran Logia Mixta de Chile por una sociedad más justa e igualitaria, reitero mi más respetuoso y cariñoso saludo en este significativo Día Internacional de la Mujer.

 

Margarita Carvajal Salinas
Gran Maestra

Gran Logia Mixta de Chile