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En el nonagésimo cuarto aniversario de la Orden

En la casa masónica, haciendo una pausa en sus múltiples tareas, la S∴G∴M∴ I∴Q∴H∴ Margarita Carvajal Salinas se refirió a los momentos difíciles de la pandemia y cómo la Gran Logia Mixta de Chile, que cumple 94 años de existencia, ha sido fortalecida en sus valores.

Teniendo en cuenta lo complejo de la pandemia ¿cómo ha sido la evolución de la Gran Logia Mixta de Chile?

La coyuntura obligó a hacer cambios, tales como utilizar la plataforma zoom. La pandemia hizo que trabajáramos con logias que están a más de doscientos kilómetros de distancia, especialmente con aquellas que están en el Perú. Logramos una coordinación mayor. Las regiones manifestaron la alegría de estar cerca de sus hermanos y la posibilidad de participar de ceremonias internas como aniversarios y tenidas blancas. En pandemia, la plataforma zoom fue un lazo muy importante con aquellos hermanos que estaban solos. Ese periodo generó cambios que van a perdurar, nos fortaleció en la fraternidad, solidaridad, compromiso con la orden y amor por el prójimo. Podríamos decir que este proceso culmina con la transmisión del Aniversario, por primera vez de forma híbrida. Así pueden estar presentes todos los hermanos que lo deseen.

¿Cuál cree que es el rol de la Gran Logia Mixta de Chile en el contexto actual?

La Masonería toda tiene un rol importante en la práctica de acciones que conduzcan a que los valores tengan un sentido. Para ello es necesario un autoexamen en relación a cuál es mi postura acerca de situaciones que me toca vivir históricamente, para poder aplicar lo que la Masonería enseña en sus Templos respecto a la práctica de esos valores.

La Masonería tiene que poner su mano equilibrada en la sociedad compleja que vivimos. Debo analizar, exponer los pensamientos sin descalificar al otro. Es complejo porque tendemos a la descalificación.

 

El año pasado, la Gran Logia Mixta de Chile participó en Fraternitas de la República, junto a la Gran Logia de Chile y la Gran Logia Femenina de Chile ¿Qué significa estar nuevamente en esta actividad laica?

Es una conversación que dura meses porque hay que llegar a consensos. Son ópticas distintas, si bien los valores masónicos, a mi juicio, son universales. Para nuestra Orden, estar presente es una apertura a lo que dice el pensamiento masónico en lo fundamental: “Los masones esparcidos por la faz de la tierra”. Los masones con sus prácticas y ritos que los fortalecen para una mejor convivencia. Estar ahí significa intercambiar puntos de vista, fundamentalmente, en beneficio de la convivencia nacional de la cual todos somos parte. El año pasado y ahora, a mi juicio, nos enfocamos en los valores. Aunque tengamos visiones distintas no podemos dejar de plantearlos para tener una visión de conjunto.

 

Considerando la realidad del país y la formación valórica de quienes integran la Gran Logia Mixta de Chile, ¿cuál es la actitud que sus integrantes deberían tener?

Es un año de participación ciudadana, cada persona sabe el rol que juega en la sociedad. El masón, a mi juicio, está preparado para participar en las distintas instancias a las que convoque la nación. Sin embargo, depende de cada uno si participa o no.

Los valores siempre van a estar presentes. Es mi responsabilidad elegir el candidato conociendo el perfil que tiene y que me represente. Tengo que estar a la altura de lo que el Estado me pide. En mi opinión, siempre se debe participar, desde lo más micro, como puede ser una junta de vecinos. Creo que el masón está preparado como persona, como ser culto y con las herramientas que entregan los rituales para opinar en una urna.

 

¿Desea agregar algunas palabras con motivo de un nuevo aniversario?

Deseo que estos 94 años, que son un peldaño más para llegar a los cien años, sean la oportunidad de perfeccionarnos como personas, como masones y prepararnos para fortalecer más a la Orden. Que quienes vayan tocando nuestras puertas sientan que formamos una parte importante de la sociedad chilena. Que no solamente trabajamos hacia el interior, sino que podemos hacerlo hacia el exterior con nuestras acciones concretas de acompañamiento en las distintas instancias en que nos toque estar. Mi deseo es ver una orden maciza, no en número, sino en contenido.