El Día del niño es una ocasión especial para entregarles afecto, pero también para recordar la importancia de proteger a la niñez.
La festividad fue impulsada por la Organización de Naciones Unidas (ONU), como una forma de visibilizar los derechos de niños y niñas y tomar conciencia sobre su vulneración. Los efectos de la I Guerra Mundial dieron un impulso a la preocupación y conciencia que se requería para pensar en normativas de protección a la infancia mundial.
En nuestro país, al igual que en otros de Latinoamérica, el Día del Niño se celebra en una fecha diferente. Este año el próximo 11 de agosto, niños y niñas festejarán su día en Chile. La Unicef lo conmemora el 20 de noviembre vinculado al aniversario de la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño en 1959 y la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989. Esta Convención establece una serie de derechos fundamentales para los niños y las niñas como el derecho a la vida, a la salud, a la educación, el derecho al juego, a la vida familiar y a la protección contra la violencia.
En nuestro país los niños representan alrededor del 23 % de la población total con la particularidad de que se ha registrado una baja constante en los últimos años, es decir la tasa de natalidad ha experimentado una significativa caída. Otro cambio ha sido el crecimiento demográfico de niños extranjeros en los últimos años llegando a representar el 6,7 % de los nacidos fuera de Chile.
Preocuparse de la infancia significa combatir la pobreza que es uno de los principales problemas que los afecta. En el caso de los niños que están bajo cuidado del Estado, los problemas de convivencia y salud mental, según un estudio de la Defensoría de la Niñez, son las principales preocupaciones que los aquejan.
Tal vez debemos pensar que además de ser un festejo de regalos y alegría, esta fecha debería sensibilizar a la población respecto a los derechos de niños y niñas que no están siendo protegidos, pues acorde a la idea del escritor irlandés Oscar Wilde “El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”.
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