Con el solsticio de invierno nos situamos en la tercera estación del año. Según su definición astronómica, este fenómeno corresponde al instante en que la posición del sol en el cielo se encuentra a mayor distancia del Ecuador celeste. Es el día con menor duración del año y la noche más larga.
Según indica el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, (SHOA), el solsticio de invierno se producirá, el miércoles 21 de junio, a las 10.58 horas, en nuestro país.
Desde tiempos inmemoriales, el solsticio ha representado un misterio y a la vez una fecha de gran significado para diversas culturas. En muchas civilizaciones la arquitectura se basaba en fundamentos astronómicos, podría ser, el solsticio de invierno, la clave de algunos sitios tales como Stonehenge o Machu Picchu.
Los primeros grupos humanos fueron conscientes de la importancia del sol sobre la vida, en muchas culturas, el astro formaba parte de sus cultos.
El nombre de Solsticio viene del latín “solis” “statio” o sol detenido. Se revierte la tendencia al alargamiento de las noches y comienzan a aumentar las horas diurnas. Es el triunfo de la luz sobre las sombras.
El solsticio coincide con la celebración del We Tripantu o Año Nuevo Mapuche, para esta cultura es una fiesta de agradecimiento por la vida y lo obtenido de la tierra que se renueva. Es la llegada de un nuevo año para la agricultura, la bienvenida a la lluvia y a los nuevos brotes.
Estas fiestas que nos vinculan con el universo y con la naturaleza, nos hacen pensar, también, en que la tierra reposa y es un llamado a la reflexión sobre un nuevo ciclo que comienza.
La Gran Logia Mixta de Chile, experimenta el simbolismo del solsticio de invierno, con sus propias ceremonias, que se realizan en la semana del 19 al 24 de junio, y se conecta con esta fecha que tiene un significado especial para diversas culturas.