Es probable que haya un consenso en que la digitalización ha producido cambios profundos
en el comportamiento humano. La sociedad se ha visto impactada por la utilización de la tecnología que, de alguna manera, ejerce un poder en cómo trabajamos, nos comunicamos y pensamos. Hoy en día, a través de los smartphones o teléfonos celulares es usual tener una imagen en línea, existe la necesidad por exponer lo que nos sucede alimentando aquello que Guy Debord ha llamado "sociedad del espectáculo".
En 1876 surge lo que se conoce como “Primera Revolución Industrial” con la invención de la máquina a vapor. La sociedad se ha visto inmersa en las cuatro revoluciones industriales que han generado cambios en distintos niveles. Estamos en la cuarta revolución industrial basada en los avances tecnológicos que se han producido en la última década.
Transformación Digital es un concepto que se refiere a la aparición de cambios asociados con la adopción de los avances que ya se están produciendo en las nuevas tecnologías de informática y comunicación en todos los ámbitos; en la industria, en la ciencia, en las relaciones sociales y en los negocios.
Frente a estos cambios el filósofo alemán de origen coreano Byun-Chul Han señala que existe un bombardeo incesante de información que anula la capacidad de análisis de los ciudadanos “la hipercomunicación digital destruye el silencio que necesita el alma para reflexionar y para ser ella misma. Se percibe solo ruido sin sentido ni coherencia”. El autor critica la homogenización cultural, aborda la cultura de la selfie, propone la ética de la escucha y revalorización de lo otro para enfrentar la uniformidad.
Frente a los aspectos positivos que tiene la digitalización como ampliar el conocimiento, mayor conexión, rapidez de acceso a la información, protección de los documentos, entre otros, existen, como lo ya lo señaláramos, efectos no deseados de los cuales nos advierte hoy la sociología y la filosofía.
