La Solidaridad es un valor caracterizado por la colaboración mutua.
Es ayudar a quien lo necesita para lograr la superación de las más difíciles circunstancias.
De diversas formas, en sociedad, este valor nos “persigue” y trasciende fronteras políticas, religiosas, culturales, entre otras. Se traduce en una acción que permite a los hombres y mujeres instalarse como seres sociales vinculados unos con otros.
La solidaridad se relaciona con muchos otros valores humanos como la empatía, la colaboración y la compasión.
Podríamos pensar que lo contrario a la solidaridad es el egoísmo, como apego constante al interés personal, sin preocuparse por las necesidades más urgentes de los demás.
El sentimiento egoísta nos puede llevar al individualismo que parece ser una característica de los tiempos actuales; éste nos impide salir de nuestro propio cuidado para acudir al de los demás, cuando graves situaciones requieren de nuestra preocupación activa por los otros.
Vistas las cosas de ese modo, habría que preguntarse si la Solidaridad, hoy en día, palabra que remite a lo “sólido”, carece ya de esta cualidad y ha vencido el rechazo a vincularse con personas que no conocemos, conocemos a medias o de las cuales tenemos referencia por imágenes de los medios de comunicación.
Los desastres naturales constituyen un terrible escenario donde se pone a prueba la solidaridad. Nuestro país, ha conocido recientemente de los embates de la naturaleza y es por eso que la Gran Logia Mixta de Chile, mirando el presente y nuestra historia, reflexiona sobre este importante valor que debe encarnarse, día a día, en cada uno de sus miembros.
