Hoy somos en el mundo, más de 8 mil millones de personas.
Las repercusiones que esto puede tener a nivel planetario son uno de los temas que preocupa a la Organización de Naciones Unidas, organismo que estableció, el 11 de julio, como Día Mundial de la Población.
El crecimiento se concentra en África y en Asia, mientras que China y la India son los países con el mayor número de habitantes.
A mediados del siglo XX, el mundo experimentó un crecimiento demográfico sin precedentes, la población mundial se triplicó con creces entre 1950 y 2020. El crecimiento de la población puede traer problemas como el aumento de la demanda de bienes y servicios. La sobrepoblación es un reto en la gestión de recursos, contrarrestar las desigualdades y desequilibrios para un desarrollo sustentable.
Como consecuencia de la sobrepoblación, el consumo desigual y desmedido de recursos produce una gran exigencia al planeta que tiene una capacidad limitada de generar materia prima, produciéndose un déficit de recursos naturales.
El crecimiento de la producción de energía procedente del carbón, el petróleo y el gas natural (combustibles fósiles) está teniendo un impacto negativo sobre el orbe. La emisión de gases de efecto invernadero tiene como consecuencia el calentamiento global.
Una de las tendencias, según la ONU, es la reducción del nivel mundial de la tasa fecundidad, como también el incremento del nivel de envejecimiento. El 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años.
Celebrar el Día de la Población permite incrementar la conciencia sobre este tema y tener una visión global relacionada con el desarrollo humano y el medioambiente.
